La agricultura digital, el puente hacia el futuro

Acabar con el hambre y la pobreza en el mundo, así como en los zonas rurales de los países desarrollados, puede lograrse gracias a la tecnología.

La crisis acontecida en el panorama mundial debido al Covid-19 ha supuesto un acelerón a la revolución digital existente. Nuestras formas de trabajar, estudiar e incluso relacionarse han cambiado de tal manera que ahora siempre implican un dispositivo electrónico de por medio. El teletrabajo crece al igual que los pagos digitales, las reuniones de trabajo telemáticas o incluso las clases de los estudiantes.

El crecimiento de la tecnología puede darse de forma desigual, incrementando las diferencias entre los países pobres y los más desarrollados. Este hecho puede evitarse reconduciendo la tecnología a diferentes ámbitos y zonas rurales.

Hablamos de la agricultura digital una etapa que podría significar una revolución en la forma de vida y de trabajo de los agricultores. A través de sus móviles podrían ver información agrícola personalizada y llevarla a cabo en tiempo real. Actualmente se da el momento idóneo para fomentar la introducción de la tecnología en el mundo rural, rompiendo la brecha existente de beneficios que ha impedido el crecimiento de las zonas rurales.

Debido al desconocimiento que poseen los agricultores que trabajan en pequeñas explotaciones, los gobiernos de países desarrollados y en desarrollo han lanzado a lo largo del tiempo diversas campañas de información pública. Un ejemplo de ello sería la novela «The Archers» emitida por radio en el año 1950, la cual tenía como objetivo encaminar la producción agrícola tras la época de racionamiento y escasez acontecida en la II Guerra Mundial.

Imagen obtenida: www.agroinformacion.com

En la actualidad, todos los agricultores poseen un dispositivo móvil, pudiendo recibir asesoramiento agrícola específico a través de mensajes de voz o de texto, aunque no cuenten con conexión a internet. Un ejemplo de este hecho se da en la India, donde a través del Precision Agriculture for Development el gobierno presta una guía gratuita y específica al tipo de cultivo a casi 800 mil agricultores a través de su smartphone.

Se ha comprobado que otorgar dicha información ayuda a mejorar la forma de trabajar de los agricultores. De la misma forma que aquellos que posean mayor información digital incrementaran la producción de sus cosechas, su resistencia frente a las crisis y sus beneficios. Un estudio realizado en Science confirmó que los agricultores que tuvieron mayor información digital, tuvieron un 22% más de probabilidades de conseguir los productos agroquímicos recomendados, traduciéndose en 10 dólares de beneficios por 1 gastado.

La tecnología aporta a los agricultores información rápida sobre el mercado, sus cuentas bancarias y meteorología. Pero además, gracias al Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola de las Naciones Unidas se han instalado diversos sensores remotos que ayudan a los agricultores a mejorar los niveles de fertilizante y de agua. Así como el uso de drones con el objetivo de identificar plantas en el mal estado.

La agricultura digital, como se ha nombrado anteriormente, puede incrementar la productividad de los cultivos y de los ingresos mediante el uso de semillas y fertilizantes adaptados a la zona en concreto, adaptándose al cambio climático, vendiendo al precio más idóneo y consultando los diversos servicios financieros. Dichas mejoras suponen una ampliación de oportunidades y disminución de todos los riesgos que sufren los agricultores.

Este proceso tiene capacidad de cambiar la agricultura en los países desarrollados. Pero necesitará de la cooperación entre gobierno, empresas y agricultores, así como de una normativa que asegure el acceso a las mismas de forma rápida, fácil y barata.

La inversión en la digitalización de la agricultura supone cuadruplicar las ganancias actuales. En primer lugar, la facilitación a la información acerca mercados y productos a las personas más pobres, pudiendo hacerles sobrellevar la crisis actual. En segundo lugar, un incremento en la producción agrícola puede traducirse en un incremento del suministro y en una mayor seguridad alimentaria. Además, se trata de obtener una estrategia rentable que incrementa la productividad y supone una mejora en el estilo de vida rural. Por último lugar, este cambio puede llevar a una mayor importancia de los agricultores, dándoles voz en las inversiones realizadas por el gobierno.

Noticia extraída de: https://elpais.com/elpais/2020/08/12/planeta_futuro/1597227713_579549.html (17 de agosto de 2020)

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